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La felicidad es salud. Búscala :)

Estudio sobre la felicidad

Queremos presentaros este fabuloso estudio que el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard lleva desarrollando desde hace más de 75 años. En él se demuestra empíricamente que, a largo plazo, una de las mayores claves de la salud es algo tan simple, y a la vez tan complejo, como la felicidad. Y para acotar un poco a qué nos referimos cuando hablamos de felicidad la RAE la define en su primera acepción como “Estado de grata satisfacción espiritual o física”. Hablamos entonces de bienestar.

El experimento

El experimento empezó inmediatamente antes de la Segunda Guerra Mundial, se trataba de establecer un estudio a largo plazo y para ello se escogieron dos grupos de población, uno formado por estudiantes de Harvard, en el que predominaba una clase alta adinerada, y otro compuesto por jóvenes de la misma edad del barrio más pobre de Boston. A lo largo de los años fueron preguntándoles por sus inquietudes, siguiendo su historial médico, observando el recorrido vital de estos sujetos y su entorno, en un estudio cada vez más inclusivo, pues han ido incorporando a las parejas y descendientes del grupo inicial, cómo no, masculino, en el que tal vez sea el estudio científico más largo de la historia.

Os recomendamos la siguiente charla TED de Robert Waldinger, cuarto director del proyecto, que lo explica a la perfección.

Ver charla TED de Robert Waldinger en Español

Salud y felicidad

Entre otras cosas que ya sabíamos el estudio nos demuestra que para tener una vejez saludable no debes fumar. Que el abuso del alcohol precede a la depresión en la mayoría de los casos; por lo tanto no es que estés deprimido y por eso bebas sino que bebes mucho, y por eso estás deprimido. Y sobre todo demuestra que nuestra salud a largo plazo está muy ligada a nuestra felicidad, entendiendo por felicidad el grado de compromiso que asumimos cuando establecemos una relación profunda con otra persona, son esas relaciones con nuestros semejantes las que nos llevan a ese estado de grata satisfacción o bienestar.

Si establecemos un eje que va desde la soledad más absoluta, y no hace falta irse a vivir a una aldea abandonada del Caurel para estar solos, pues cualquiera se puede sentir solo o desarraigado rodeado por una multitud de extraños en los que no tiene confianza; y en el otro extremo de ese eje situamos a las personas que han sido capaces de estructurar alrededor de su vida unas relaciones sanas y profundas con sus semejantes, encontramos que existe una relación clara entre bienestar y salud.

Buscar la felicidad

Así que ya sabes, esfuérzate por comprender mejor a la persona que tienes al lado y procura no excederte en el nivel de exigencia, ninguno somos perfectos, ni él, ni ella, ni tú ni yo, pero todos tenemos mucho que aportarnos unos a otros para hacernos una vida mejor. Piensa que es un esfuerzo que merece la pena, tendrás una vida más sana y agradable.

Y el estudio da para más, también podemos hablar de esas expectativas que todos tuvimos en algún momento asociadas al éxito en la vida, cosas como el dinero, el poder o la fama, y que a la hora de la verdad se demuestran objetivos insuficientes, y muchas veces contradictorios, con tener una vida plena en salud y bienestar.

la felicidad es salud

LA FELICIDAD ES SALUD: ama, ríe, comparte

El secreto de la FELICIDAD

Desde Farmacia Abizanda creemos que es hora de superar el mito de que la medicina es la principal vía para la salud. Esta convicción surge de la continua prolongación de la esperanza de vida media que se ha experimentado gracias a los progresos en la medicina.

Pero una vida más larga no significa poder contar con una buena salud más duradera; la esperanza de vida se alarga pero no con ello lo hace la “esperanza de salud”. Por tanto la mayor preocupación no es únicamente vivir más, sino vivir mejor.

Podemos hacer mucho por nuestra salud si somos conscientes de que ésta, antes de ser un problema sanitario, es una cuestión de felicidad y dicha felicidad es una cuestión de relaciones, principalmente de la calidad de las mismas. Realmente no nos damos cuenta de que no las estamos cuidando lo suficiente.

El pesimismo, la percepción de no controlar nuestra propia vida, el estrés y los sentimientos de hostilidad y de agresión hacia los demás, al igual que la infelicidad, son algunos de los factores de riesgo más relevantes para nuestra salud. La felicidad, por tanto, constituye la protección de la salud más eficaz que tenemos a nuestro alcance; y el cuidado de las relaciones se convierte en un factor de prevención de dicha salud. No nos olvidemos de que ser felices es la mejor póliza de salud de la que disponemos.

Otro factor de riesgo importante es la pobreza relacional. Se ha demostrado que las malas relaciones sociales actúan sobre el sistema inmunitario estimulándolo rápidamente a producir sustancias inflamatorias que a su vez favorecen la aparición de muchas enfermedades. ¿Qué podemos hacer para erradicar dicha pobreza? Nos referimos a relación a toda experiencia en la que se pierde la concentración sobre uno mismo y nace un sentimiento de unión con los demás y con lo que se está haciendo. Podemos sobrevivir en soledad o en medio de relaciones conflictivas y difíciles pero para ser felices tenemos que tener relaciones de buena calidad.  Invertir atención energía y tiempo en ellas es una buena idea para vivir más felices  y en consecuencia más sanos y por más tiempo. Amar, reír y compartir; tres pequeñas acciones que provocan un gran resultado en la calidad de nuestras relaciones y por tanto son determinantes para nuestra felicidad.

La felicidad puede ser construida día a día. Permitámonos el lujo del tiempo. Elegir dedicar tiempo, energías y atención a los demás significa dedicarlos  a sí mismo, al propio bienestar y a la propia salud. Muy a menudo nuestras elecciones privilegian otras prioridades, porque estamos guiados por ideas equivocadas sobre lo que nos hace felices y sanos. Somos rehenes de la ilusión de que la medicalización  mejore nuestra salud y no somos conscientes de que ésta empieza mucho antes de la puerta del médico, del hospital o de la farmacia. La nueva frontera de los progresos en la salud es desarrollar una cultura y una organización de vida que nos permita dar peso a las cosas que son importantes para nuestra felicidad, es decir, a nuestra vida de relación.