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Cuero cabelludo y quimioterapia. Infórmate antes de la quimio

Cuero cabelludo y quimioterapia, algunas cosas que debes saber

Los efectos secundarios en el cuero cabelludo y la caída del cabello producida por la quimioterapia es un peso añadido al hecho de padecer cáncer, un peso variable para cada persona que tendremos que equilibrar en nuestra metafórica balanza emocional. Todos los estudios dicen que es uno de los síntomas que más preocupan a los pacientes, tal vez porque hace muy visible la enfermedad. 

Ya hemos hablado más veces de la incertidumbre que supone el diagnóstico de una enfermedad oncológica, en esta situación la caída del cabello es el signo exterior más evidente de muchos tratamientos contra el cáncer. Esta caída del cabello supone que vas a tener que decidir cómo quieres que te vean.

Por eso, antes de empezar con la quimio debemos haber definido una estrategia, esto implica haber pensado cómo queremos presentarnos ante los demás y tener listas las herramientas para hacerlo. ¿Qué quiero decir con esto? Que cada persona es un mundo y habrá quien no salga de casa sin peluca igual que habrá quien no soporte ponérsela cinco minutos seguidos. Lo importante es que cada una esté lo más cómoda posible, dada la situación, para eso tenemos que poder decidir con libertad cómo y a quien comunicamos nuestra enfermedad. 

Dicho esto vamos a pasar de largo de todo este aspecto más estético de pelucas, gorros o maquillajes, sin quitarle su importancia y prometiendo dedicarle más tiempo, quizá con una entrada específica en el futuro, para centrarnos en el tema que hoy nos ocupa. Qué sucede en nuestro cuero cabelludo durante la quimio y cómo debemos cuidarlo.

Cuero cabelludo y quimioterapia ¿Qué sucede?


Lo primero que tenemos que matizar es que no todos los tratamientos de quimioterapia implican caída de cabello, es un síntoma que hemos asociado al cáncer de una manera más bien social y cultural, porque lo pone de manifiesto, pero ni siquiera es el efecto secundario más frecuente de la quimioterapia, ni el más grave.

El cáncer, como ya hemos indicado en alguna ocasión, es una enfermedad que se produce cuando una célula muta y al dividirse genera un tejido que empieza a crecer de forma descontrolada y autónoma, este proceso se llama neoplasia. Cuando se diagnostica un tumor es muy importante identificar las características de esas células cancerígenas concretas, por eso se estudia a nivel celular (normalmente extrayendo del organismo un grupo de estas células con una biopsia) antes de definir el tratamiento más adecuado para cada caso.


Para combatir esta enfermedad tenemos varias estrategias que se suelen combinar, las más comunes son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. La quimioterapia consiste en el uso de fármacos con el objetivo de destruir esas células cancerosas concretas, que normalmente son células que tienen un crecimiento rápido. Muchos de los fármacos que se emplean en la quimio afectan también, porque son semejantes, a otras células de crecimiento rápido del organismo como las células sanguíneas, las mucosas o las de las raíces del cabello. Son lo que se conoce como efectos secundarios del tratamiento.

Qué debemos saber:


Lo primero que hay que saber es que la caída del cabello producida por la quimio es siempre reversible. Una vez terminas el tratamiento y vas eliminando la toxicidad asociada al mismo vuelve a crecer, siempre.


Esta caída puede ser total o parcial, dependiendo del tratamiento que sea, y de tu tolerancia al mismo, puede que no te caiga nada, que te caiga el pelo sólo de la cabeza, de las cejas, de las pestañas… o hasta el último pelo de todo el cuerpo.


Por regla general comienza a caer entre los quince días y el mes posteriores al primer ciclo de quimio y vuelve a salir a los dos o tres meses de terminar el último.

Cuida tu cuero cabelludo y tu pelo antes, durante y después de la quimio


Antes de empezar tu tratamiento de quimio debes ser amable con tu pelo. Hay que abandonar los tintes, las decoloraciones y demás, pues ayudan a debilitarlo. Nada de secadores ni planchas o rizadores.


Utiliza un champú especifico que te ayude a cuidar tanto el pelo como el cuero cabelludo.


Es muy habitual que además de la caída se produzca irritación y descamación en la zona del cuero cabelludo, con los consiguientes picores. Hay productos muy eficaces para esto, que te ayudarán a reparar e hidratar la zona. Por supuesto no te rasques por mucho que pique.
Como ya sabrás, la piel se hidrata por fuera con esas cremas hidratantes y por dentro bebiendo abundantes líquidos. Además beber es muy importante cuando estás recibiendo quimioterapia para reducir, en lo posible, el exceso de toxicidad del tratamiento y que el cuerpo vaya filtrando y eliminando esos fármacos. Hay que beber mínimo dos o tres litros al día.


Por la noche cuida también tu cuero cabelludo, usa un gorro o unas sábanas de tejidos suaves, para que no se te irrite al rozarlo.


Dúchate con agua tibia, pues el calor afectará a ese cuero cabelludo tan sensible.
Si usas peluca trata de no llevarla puesta mucho tiempo seguido, para que la cabeza transpire bien. 


Protégete del frío pues al perder el pelo sentirás más frío de lo normal en la cabeza.

Protégete del sol, este consejo has de aplicarlo a todo tu cuerpo pero en el caso de la cabeza antes tenías una mata de pelo que te protegía del sol, por lo que tendrás que tener especial cuidado.


Una vez terminado el tratamiento puedes tratar el cuero cabelludo y ese pelillo incipiente que irá creciendo con productos que aporten fuerza y vigor.

Tu pelo volverá a lucir como antes


Ten paciencia, muchas veces sucede que al principio sale diferente; por ejemplo rizado cuando lo tenías liso o falto de pigmentación. Es algo normal y con el tiempo volverá a parecerse a lo que tenías antes.


Nos gustaría terminar insistiendo en que, ya que estamos aquí todos los días, aprovechéis para preguntar cualquier duda. 


Antes de empezar el tratamiento es importante que sepas lo que puede pasar y que decidas cómo lo quieres afrontar y qué productos vas a utilizar en cada momento; luego, una vez que empieces a tratarte, también puedes contar con tu farmacia para todo aquello que necesites.

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